La renuncia de Alberto Carrasquilla al ministerio de Hacienda Colombiano luego de que el presidente Iván Duque se viera obligado a retirar la propuesta de reforma tributaria del Congreso tras la fuerte oposición de la ciudadanía en las calles deja grandes dudas sobre lo que será el futuro fiscal del país.
Con una propuesta que no había sido socializada antes de su presentación y que ha sido derrotada por cuenta de la presión ciudadana, ahora el reto será articular una nueva propuesta que logre dar estabilidad al presupuesto nacional y asegurar que el país mantenga su grado de inversión por parte de las agencias calificadoras de riesgo y retornar a la senda del crecimiento una vez la pandemia haya sido controlada.
Con Carrasquilla también renunciaron los viceministros de Hacienda, Juan Alberto Londoño, viceministro general y Juan Pablo Zárate, viceministro técnico.
Mientras que las renuncias son discutidas por el ejecutivo, se espera que sea Juan Pablo Zárate quien reemplace a Alberto Carrasquilla como Ministro General de Hacienda, tomando así a su cargo el destino del presupuesto de la nación.
La caída de la reforma tributaria fue sin duda lo que ha motivado la renuncia del ministro, y aunque es claro que la reforma tenía algunos elementos de carga impositiva progresiva, una mayor cantidad de impuestos a la clase media emergente (la que no recibe ayudas por no ser pobres y la que a su vez aún no es clase media establecida) hubiera terminado golpeando en gran medida la reactivación económica o al menos la capacidad de este sector para tener una mayor movilidad social y convertirse en parte de la clase media establecida.
Reacción de los mercados
Tras el anuncio de la retirada de la reforma tributaria del Congreso, este lunes los mercados han reaccionado con fuerte escepticismo sobre lo que será el futuro fiscal de la nación. El precio del dólar se disparó en la mañana del lunes llegando a los 3.800 pesos, indicando la preocupación de los inversionistas sobre la capacidad de Colombia de hacer frente a sus obligaciones internacionales y de mantener un presupuesto estable que permita al menos un crecimiento moderado hacia el futuro.
Desde el pasado 5 de noviembre de 2020, la moneda estadounidense no alcanzaba un precio tan alto en el mercado cambiario colombiano. Hay que decir que en la semana anterior, el precio de la divisa estadounidense había aumentado en 100 pesos por los temores y la incertidumbre generalizada en los mercados por el destino de la reforma tributaria.
Una nueva reforma, una necesidad urgente
En este contexto, es preciso que el gobierno colombiano pueda alcanzar los consensos necesarios para llevar al Congreso una reforma que sea aceptable para los ciudadanos y que al mismo tiempo pueda darle a los mercados internacionales la confianza en que Colombia continuará siendo un prestatario fiable que puede mantener con estabilidad sus finanzas.
La derrota de la reforma tributaria llega luego de ser la tercera reforma tributaria propuesta por el ejecutivo colombiano actual.
Según el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, la falta de una reforma tributaria integral ha llevado a la necesidad de que cada gobierno presente una nueva reforma cada pocos años, lo cual conlleva cada vez más a una gran oposición por parte de los ciudadanos y a que el público se encuentre también cada vez más informado y en capacidad de cuestionar a fondo las propuestas del gobierno nacional.
En búsqueda de consensos
En este escenario, será vital que el gobierno sea capaz de escuchar los argumentos de un amplio sector de la sociedad que no ha sido escuchado cuando se trata de los ajustes fiscales, la oposición, la cual está conformada por un amplio grupo de partidos de izquierda y centro-izquierda, pero sobre todo de una ciudadanía que no necesariamente está afiliada a estos partidos y que se siente excluida de la toma de decisiones.
Con información de Portafolio y del Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana.
