La política comercial es un «término sombrilla» (de múltiples características) que describe las regulaciones y políticas que dictan cómo las compañías e individuos en un país deben conducir el comercio con las compañías e individuos de otros países. La Política Comercial es alguna veces conocida como política de comercio, o política de comercio internacional.
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Entendiendo el concepto
La política comercial es uno de los más fundamentales propósito del gobierno. En Estados Unidos la administración de la política comercial es un rol que el gobierno federal ha asumido desde la fundación del país, siendo las tarifas a los bienes importados la principal fuente de financiación del gobierno federal desde el inicio de la conformación de la nación hasta los principios del siglo veinte.
Las tarifas, o impuestos para que la venta de bienes extranjeros sean permitidos en el país receptor, es solo uno de los elementos de la política comercial. Otras políticas que caen dentro de la definición de política comercial incluyen las cuotas de importación, frenos de exportación y restricciones a las compañías internacionales que quieren operar dentro del país. Otro elemento importante de la política comercial son los subsidios gubernamentales a ciertas industrias nacionales, los cuales hacen posible que estos sectores puedan competir mucho mejor frente a sus contrapartes a nivel internacional.
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La política comercial en los Estados Unidos
La política comercial ha sido la principal preocupación de los políticos estadounidenses, incluso desde antes de la fundación del país. De acuerdo al economista Douglas Irwin de la Universidad de Darmouth, «La política comercial de Estados Unidos ha estado dirigida hacia lograr tres principales objetivos: incrementar los ingresos para el gobierno al poner impuestos sobre las importaciones, restringir las importaciones para proteger a los productores domésticos de la competencia extranjera, y llegar a acuerdos recíprocos con otros países para reducir las barreras comerciales y expandir las exportaciones».
Douglas Irwin explica que estos objetivos algunas veces entran en conflicto entre sí. Por ejemplo, es imposible incrementar tarifas para proteger las industrias domésticas y al mismo tiempo perseguir una política recíproca de otro país para que se abra a las exportaciones de la nación. Aunque siempre han existido instituciones dentro de los Estados Unidos que han abogado por un tipo u otro de política comercial, generalmente el caso es que para el primer tercio de la historia de Estados Unidos, la política comercial estaba dirigida a incrementar los ingresos fiscales. Desde la Guerra Civil hasta la Gran Depresión, la política comercial había sido ampliamente dirigida a proteger las industrias domésticas manufactureras, y en las décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, hubo un consenso bipartidista hacia el libre comercio, bajando las tarifas recíprocamente con otras naciones en un esfuerzo de abrir mercados para los productores estadounidenses.
Política comercial de Donald Trump
Desde la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en Noviembre de 2016, la política comercial estadounidense ha cambiado de nuevo, ya que la Casa Blanca está tratando cambiar el propósito de la política comercial para proteger a la industria nacional. Sin embargo, los efectos de este nuevo esfuerzo político son inciertos. Dado que la economía internacional se ha vuelto más globalizada, muchas compañías y cadenas de producción están distribuidas a lo largo de todo el mundo, haciendo que los efectos de las tarifas nuevas (y en ocasiones más altas) sean difíciles de predecir.
Desde 2018, China ha sido objeto de una política comercial estadounidense que se dirige a imponer tarifas a las importaciones que desde ese país llegan a Estados Unidos. Los expertos financieros temen que esta política termine generando una menor confianza de los consumidores de Estados Unidos, quienes tendrían que pagar más por los bienes importados.
Los acuerdos comerciales
Los acuerdos comerciales con otras naciones son parte importante de la política comercial de una nación. La administración de Barack Obama promovió ampliamente el libre comercio y sus beneficios, intentando alcanzar acuerdos en esta dirección con los países europeos y los países ubicados a ambas costas del Océano Pacífico. El primer acuerdo fue la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión, que buscaba fortalecer el comercio de la Unión Europea con Estados Unidos, pero de la cual el presidente Donald Trump se retiró, buscando negociar acuerdos comerciales individualmente con cada nación. El segundo acuerdo fue el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica; actualmente este acuerdo cuenta con la asociación de once naciones, puesto que Estados Unidos se retiró de este en el 2017, cuando Donald Trump decidió que no haría parte del mismo.
Como corolario se añade que Donald Trump también se ha retirado del acuerdo comercial con Canadá y México (NAFTA), buscando establecer términos para un nuevo tratado.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto un cambio respecto a la política comercial, en el sentido de que ahora se confía mucho menos en el libre comercio y la globalización. En este sentido el liberalismo económico (en términos de comercio internacional) está siendo reemplazado por una especie de neomercantilismo en el que cada país debe buscar incrementar su posición de mercado internacional superando a otras naciones en términos de superávit comercial.
Política comercial de la Unión Europea
La Unión Europea ha avanzado en términos de Unión comercial, estableciendo un sistema aduanero común, donde se unifican las tarifas a las importaciones de todos los bienes que llegan desde otros países, así como se eliminan las barreras comerciales dentro de los países miembros de la Unión.
En términos de tratados comerciales con otras naciones, La Unión Europea negocia de manera conjunta, por lo cual las naciones ceden parte de su soberanía a los organismos de la Unión para que se establezcan los acuerdos comerciales que se consideren mejores para el conjunto.
Actualmente la Unión Europa subsidia su producción agrícola, haciendo que este sector sea más competitivo a nivel internacional y doméstico que el de otras naciones.
En el 2019 Europa ha estado negociando un acuerdo comercial con las naciones del Bloque Mercosur (Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay, Paraguay), pero muchos agricultores temen que la llegada de productos agrícolas de sudamérica a la Unión Europea pueda significar la extinción de sectores agrícolas enteros de la Unión. Aunque este acuerdo daría un mayor acceso para que los productos de sudamérica entren a Europa, países como Francia quieren bloquearlo debido a la negligencia con la que el gobierno de Brasil ha manejado los incendios de 2019 en la Amazonía.
Política comercial China
Desde su unión a la Organización Mundial del Comercio en 2001, China ha buscado integrarse más al comercio internacional, optando por la liberalización económica hacia afuera, logrando un superávit comercial con el resto del mundo. Es decir, exportando más de lo que importa. Esto ha permitido un gran desarrollo de las industrias chinas, especialmente en áreas como las manufacturas y la tecnología. Debido a este crecimiento a China se le ha llegado a denominar «La fábrica del mundo».
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Política comercial de África
Desde el 21 de marzo de 2018, los países africanos firmaron un tratado de libre comercio conjunto que se dirige a la búsqueda de la reducción de barreras comerciales para impulsar el crecimiento de sus economías y dejar de depender de mercados como el europeo y el chino.
Con información de Investopedia.
