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Mientras las acciones de las principales compañías tecnológicas chinas, como Didi, Tencent y Baidu caen las bolsas de valores debido a las nuevas regulaciones gubernamentales, la producción industrial en China crece a su ritmo más lento desde febrero de 2020. Si la dirección del gobierno chino no se toma en serio el crecimiento, las aspiraciones del país asiático de convertirse en la primera potencia económica mundial por PIB nominal para el 2030 podría estar en riesgo.
De acuerdo a un reporte de CNBC, la actividad industrial china se expandió en julio a su ritmo más lento en 17 meses, esto debido a los más altos costos de las materias primas, la necesidad de mantenimiento de los equipos, y el clima de extremo miedo que está afectando la actividad de negocios en China, lo cual añade aún más preocupaciones a la ralentización de la segunda economía más grande del mundo.
El índice oficial de manufacturas (PMI) perdió 0.5 puntos en julio, yendo de 50.9 a 50.4 según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas que se mostraron este sábado, pero aún así el índice permaneció por encima de la marca de los 50 puntos que separa el crecimiento de la contracción.
Los analistas estaban solo una ligera caída del índice, llegando hasta los 50.8 puntos. La actual figura es la más baja desde que el índice se derrumbó a 35.7 puntos en febrero de 2020, después de que China comenzó los confinamientos para contener la pandemia del coronavirus.
Un funcionario de la Oficina Nacional de Estadísticas dijo que el subíndice para la producción industrial del PMI, cayó desde los 51.9 puntos en junio hasta los 51 puntos, señalando como razones para esto la necesidad de mantenimiento de los equipos y el clima extremo. El subíndice industrial “New order” cayó desde los 51.5 puntos hasta lso 50.9 puntos, reflejando una fuerte desaceleración en la demanda.
“La señal más alarmante es el índice new export order, el cual está en su nivel más bajo desde julio del año pasado”, dijo Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Managemente.
El subíndice para nuevas órdenes de exportaciones ha caído por tres meses consecutivos, comenzando en mayo. Quedó en 47.7 puntos en el mes de julio.
Un subíndice para los costos de las materias primas permaneció en 62.9 puntos en julio, en comparación con los 61.2 puntos del mes de julio, lo cual señalaba un incremento en los costos y las tensiones en la cadena de suministros.
Los altos costos de los materiales se han llevado gran parte de la rentabilidad de las firmas industriales o les han impedido a algunos exportadores chinos realizar nuevas órdenes de compra.
Las autoridades están preocupadas por el hecho de que los altos precios de las fábricas puedan terminar siendo transmitidos a los consumidores, lo cual podría solamente añadir más dolores de cabeza a la demanda subyacente, la cual actualmente permanece débil.
Con los golpes que ha recibido del clima extremo, el índice del sector de la construcción cayó hasta los 57.5 puntos, desde los 60.1 puntos de junio, y los analistas esperan que el sector enfrente vientos en contra en medio de la campaña de represión del gobierno de Beijing contra el mercado inmobiliario.
Para impulsar una economía que se está desacelerando, el Banco Popular de China, sorprendió al mercado en julio al bajar los requerimientos de reversa para los bancos, liberando al menos 1 trillón de yuanes (154 mil millones de dólares) en liquidez de medio plazo.
La economía china se ha recuperado en gran medida de las interrupciones causadas por la pandemia, con los sectores del consumo discrecional y los servicios gradualmente alcanzando las mejoras que se han venido dando en las exportaciones y la manufacturas.
Sin embargo, las manufacturas se están enfrentando a nuevos desafíos, incluyendo mayores precios en las materias primas, crecientes costos en la logística y cuellos de botella en la cadena de suministros, y en este sentido se espera que el crecimiento del producto interno bruto sea más moderado que lo que inicialmente se había proyectado.
China también está intensificando sus controles de seguridad para contener una nueva ola de infecciones de coronavirus, correspondientes a la variante Delta, la cual es más infecciosa y se ha empezado a propagar en la ciudad de Nanjing. La política china de cero tolerancia a la llegada de variantes e infecciones de Covid19 y de riesgos asociados, podría presentar importantes riesgos de caídas en la actual recuperación económica, dijeron los analistas.
Las inundaciones masivas en China central también podrían haber tenido un impacto sobre la actividad económica en julio, así como los esfuerzos gubernamentales para frenar la producción de acero en línea con el impulso para reducir las emisiones de efecto invernadero y de gases contaminantes.
Las preocupaciones por el crecimiento de China
En este contexto, aún es poco claro si la recuperación económica de China podrá sostener el paso que ha venido presentando en los últimos meses, una preocupación que se suma a la presión que el gobierno ha ejercido sobre los gigantes tecnológicos por presuntas irregularidades e infracciones de las leyes antimonopolio. China ha dejado claro, con las recientes regulaciones, que no es una economía capitalista. Su modelo, el socialismo con una apertura comercial, está plenamente controlado por el estado y en cualquier momento pueden cambiar las circunstancias para los inversores, algo que genera una gran ola de incertidumbre y precauciones entre la comunidad de inversionistas a nivel global.
¿Podrá China cumplir su promesa de convertirse en una economía plenamente desarrollada? Esto aún está por verse. Y aunque es claramente una necesidad, en el marco de la economía del desarrollo sostenible, existen muchas sombras de duda sobre esta gran promesa.
Con información de CNBC.
